Juan Carlos Fábrega obtuvo un pobre resultado de su gira por China. El presidente del Banco Central logró activar solamente U$S2.000 millones del swap de reservas que cerró el gobierno en julio con la potencia asiática por un total de U$S11.000 millones: menos del 20%.

Para colmo, el desembolso será en cuentagotas: se espera que en lo que queda del año lleguen entre U$S750 y U$S800 millones y los restantes U$S1200 millones recién el año que viene.

Se trata de una cifra insignificante si se compara con el atraso que hay actualmente con el pago de importaciones. Es que en el sector empresario estiman que hay unos U$S5500 millones en esta situación, pero reconocen que la cifra “pudo haber crecido” en los últimos días, cuando el BCRA ajustó todavía más el torniquete a los bancos y operadores del comercio exterior.

“Al endurecerse los giros, es posible que la bola haya seguido creciendo”, advirtió a LPO Miguel Ponce, gerente de la Cámara de Importadores.

De ahí que una fuente del sistema bancario reveló a este medio que en los últimos días circuló el rumor de que el gobierno podría lanzar un bono para hacer frente a esas obligaciones, aunque el hecho de que las calificadoras hayan puesto al país en default volvería a esa operación demasiado costosa, con una tasa de interés muy alta.

De esos U$S5500 millones, unos U$S2500 le corresponden al sector automotriz. El problema es que el gobierno les habilitó solamente unos U$S100 millones mensuales para todo el sector para cancelar deudas con sus proveedores externos, cuando la cifra requerida para su producción normal es de unos U$S300 millones, es decir, tres veces más. Las fabricantes de vehículos deberán esperar un tiempo más para terminar de saldar esos compromisos.

Otro 25% de los pagos atrasados le corresponden a la industria de electrónicos de Tierra del Fuego, y lo restante está distribuido entre diversos sectores de la economía.

Lo cierto es que la situación cambiaria se está complicando cada vez más y no está ni cerca de resolverse. Ahora el retraso en los pagos de importaciones comenzó a extenderse al sector servicios, lo que caso dejó en claro la decisión de American Airlines de dejar de vender pasajes más allá de los 90 días, que luego criticaron Jorge Capitanich, el Banco Central y Cristina. El rubro servicios genera un déficit de U$S4000 millones al año

“Esperamos que la situación se pueda normalizar lo más rápido posible”, concluyó Ponce.